24 septiembre, 2011

La discriminación racial entre españoles y su población colonial

La doctrina de la limpieza de sangre, fue un sistema de discriminación fundamentado sobre el pensamiento de Aristóteles, que apareció en el siglo XIV en la España de la Edad moderna. El sistema estableció entre los españoles una diferenciación entre personas de sangre "pura" y personas a los que se les atribuía tener la sangre "impura" o "manchada" o "mezclada" con la población conversa de judíos o moros de España, creándose una diferenciación entre "cristianos viejos" y "cristianos nuevos".
La doctrina de la limpieza de sangre se empleó inicialmente para discriminar a los españoles con ascendencia de judíos o moros y luego para segregar a los españoles que pretendían asentarse en América. Después de la orden de expulsion de los judíos sefardíes, muchos judíos se convirtieron al catolicismo para gozar de los mismos derechos que los cristianos. Fue entonces cuando aparecieron tanto en instituciones del estado como en corporaciones privadas unos "estatutos de limpieza de sangre", que establecían la "investigación" genealógica de las personas, con pretensiones de algún privilegio, con el fin de determinar si las mismas tenían "sangre" judía, "mora" o hereje, impidiendo en estos casos el ingreso a los colegios, posiciones militares, monasterios, cabildos y a la Inquisición. En este sentido se ha dicho que por primera vez en la historia se utilizaban los conceptos de "raza" y "sangre" como estrategia de marginación;[5] los investigadores discrepan sobre el hecho de si existe una conexión entre las nociones medievales de "raza" y "sangre", que incluían a los cristianos viejos, con el significado contemporáneo de dichos términos.[5]

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